Esta es la situación: ayer me emborraché, asistí a una fiesta temática de los años 20, mínimo 5 personas me dijeron que estaba muy femenina y muy guapa, que no parecía yo. ¿Tan poco femenina soy? Continué bebiendo no sé como, porque sólo me llevé dos latas de cerveza y se me acabaron a la hora. Estaba borracha, que no drogada, y delante de mi estaba él besando a... no sé, alguien. Era guapa, eso sí.
Reacción de la única amiga que sabía algo sobre mis sentimientos: she's a bitch. Y le contesto: she's not. ¡Pues claro que no lo es! A veces me sorprende lo comprensiva que soy. Somos jóvenes, solteros, libres y guapos. Dile como te sientes, me dice mi amiga. Y yo, harta de comportarme como siempre me comporto decido decirselo.
¿Qué coño le dices a un chico que te gusta pero que te cae tan bien que prefieres tenerlo como amigo? Pues eso. Lo mejor es que te entiende, y eso mola. Y te abrazas con él, y sueltas un peso de encima. Todo bien. Volvéis a la fiesta.
Pero me he desviado de tema. La cosa es que ayer me emborraché, besé al chico que me gusta, me fui a dormir contenta y borracha, que no drogada, y este mediodía me he levantado muriendome. Son las 19:22, he conseguido cenar noodles hervidos con verduras hervidas, pero sigo muriendome.
Maldita resaca.
No quiero salir de casa, pero ahora mismo estoy tan aburrida que sólo se me ocurre fumarme un porro. Pero en mi casa hay un hombre de 40 años, su madre, y su hija de 3 años. Es demasiado bizarro hasta para mi.
Creo que voy a dormir, pero antes me comeré un gofre.
(Y me pienso fumar el porro aunque me tenga que esperar aburriendome más hasta las nueve de la noche)