Porque todos los seres humanos del universo tenemos días rojos. Sí, ya sabes, "... los días rojos son terribles, de repente se tiene miedo y no se sabe por qué,en esos momentos lo único que me viene bien es ir a Tiffany's, porque nada malo me puede ocurrir allí." La diferencia es que la mayoria de seres humanos del universo no tenemos Tiffany's a dos o tres manzanas en taxi o metro. Ni siquiera vivimos en Nueva York o en Estados Unidos. Tampoco tomamos para desayunar un café y un croissant recién hecho con un vestido negro entallado precioso, y no, tampoco somos Audrey Hepburn. Por no hablar que no vivimos en una película, que no conocemos al hombre de nuestra vida de casualidad porque se muda a nuestro edificio, que no tenemos una vida emocionante... en resumen, que no formamos parte de un film. Y quizá es por eso que los días rojos de todos los seres humanos del universo son de un rojo más intenso que los días rojos de Audrey Hepburn en Desayuno Con Diamantes. Quizá, porque vivimos en el mundo real, nuestros días rojos se tornan negros, creando una mezcla de colores indescriptible, imposible de entender, sin orden alguno, pero al fin y al cabo rojos, llenos de miedo, de inseguridad, de incerteza, de duda, de ganas de llorar, de soledad, de persianas bajadas, de películas para llorar, de series sin ningún interés, de discos de Joy Division, de canciones que provocan un llanto inevitable y duradero a la vez que mágico,...
Solo espero que vuelvan los días azules. Sí, ya sabes... otro tipo de día que hoy no está y que no pienso recordar para no mancharlo con el rojo. No es nada personal, simplemente no sé mezclar colores, y aunque supiera, no creo que los días lilas fueran ninguna grandeza (o sí, quien sabe... pero por ahora el rojo miedo gana, y ese color no me deja experimentar).
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario