A E.

Me gusta echarte de menos,

porque eso implica que hace poco que te he visto
(y que te volveré a ver).
Me gusta la sensación del día, de las horas, antes de verte,
porque aún me pongo nerviosa,
como si fuera la primera vez que nos fuéramos a ver.
Me gusta verte llegar tarde, tranquilo,
y después excusarte quitándole importancia al hecho.
Me gusta que me expliques cosas, y escucharte,
hasta hacer ver que no sé algo que me estás contando.
Me gusta mirar desde cerca
la pequita que tienes en el ojo
(parece que no, pero siempre he sido de detalles).
Me gusta hacerte preguntas incómodas,
y ver la cara que pones.
Me gusta tumbarme en la cama, a tu lado,
saber que estás junto a mi.

¿Sabes? Creo que empiezo a saber parar el tiempo.
Y a sentirte cerca aunque estés lejos.

¿Sabes? Creo que cada día te quiero un poquito más.