lunes, 25 de julio de 2011

Justo el punto medio

Seamos sinceros, encontrar el punto medio, el equilibrio milimétrico, total y absoluto de algo es muy difícil. Y ya si hablamos de sentimientos o relaciones la cosa se pone todavía más difícil. Pero es que si hablamos de sentimientos dentro de una relación ya se convierte en algo imposible.
Así que vamos a afrontar el problema como si de una ecuación se tratara, igual que hace un señor muy sabio que resulta ser el padre de una amiga mía:
Primero, debemos definir los elementos:
x=sujeto 1 de la relación
y=sujeto 2 de la relación
z=problema del sujeto 1
Ahora mostraremos el problema en dos simples ecuaciones:
x+y=+1
z+x=-1
(z+x)+y=0
Puede parecer que no tiene sentido, pero lo tiene mucho. La cosa está en que z es el problema que hace que x no pueda sumar con y. Si z desapareciese todo volvería a ser más fácil, la cosa es que x no sabe si z es algo necesario para resolver la ecuación aunque a simple vista parece que estorba, o si realmente es algo que estorba, y se está intentando autoengañar o autojustificar.

Total, que no sé si mi querida objetividad me está empezando a ser molesta y a parecer un tanto incorrecta o no.

jueves, 7 de julio de 2011

Formateando

Me gustaría formatear mi vida igual que se formatea un ordenador. Después le volvería a añadir los programas de siempre seguramente, pero me aseguraría que todos aquellos que son inútiles no volviesen a aparecer.
Borraría las cookies y los troyanos del navegador también. Las fotos que por alguna razón algún día hice, salieron mal y aún así las pasé al ordenador. La música de mi madre no la volvería a pasar al iTunes, que se compre un ordenador para ella. Es cierto que tengo que aceptar tal y como soy y he sido, y que aunque hay razones para hacerlo, no me avergüenzo de como era hace cinco años, pero quizá sería hora de borrar Sum 41 del iTunes y guardar los discos de Blink-182 en una estantería más inaccesible.
Podría tirar todas las camisetas con una antigüedad mayor a los dos años. Y los sujetadores. Y los jerséis y chaquetas. También podría guardar los libros que me leí hace más de tres años pero que siguen en mi mesita de noche porque de vez en cuando los releo.
En definitiva, que quitaría toda la mierda de mi vida, pero también las cosas que aunque no molestan son inútiles y sólo me quedaría con las imprescindibles para el aquí y el ahora.

¿Alguien tiene idea de cómo hacerlo?