martes, 30 de septiembre de 2008

Viva la vida

4 horas dando vueltas en la cama y al fin duermes, maldito insomnio. 3 horas más tarde suena el despertador. Levantarse, ponerse los primeros pantalos que encuentras, esa camiseta que no está sucia. Llegas al baño meandote, lo descargas todo, ooh. Te miras al espejo, ¡dios! Cojes un peine y te lo pasas por el pelo, así mejor. Te dirijes a la cocina, un café o en su defecto un colacao calentito, dos o tres cereales, los dientes y corriendo hacia el bus. Y no llega. Y te cagas en todo. Buenos dias, la Vanguardia y el Mundo Deportivo, el sitio de siempre. La hora: el bus ha llegado bien, eres tú que siempre piensas que lo pierdes. Sube áquel niño, baja ese hombre. Media hora más tarde bajas, hace frío. Andas tranquilamente y llegas, los mismos de siempre. Poco a poco se empieza a llenar y en 14 minutos empieza la clase, y entras en tu mundo. 3 horas se pasan volando, almenos haces algo. Media hora de libertad. Te sientas en el suelo de un silencioso paseo solo habitado por esa escuela a la que vas y a la otra banda la ciudad deportiva de tu equipo. Y 50, entras, meas y a la fila. Intentas que no te vea, en realidad intentas no verlos. O ambas cosas. No tienes ni ganas de oír su voz ni de verle engañandola. Subes, 3 horas más y ya sales. Corres un poco para alcanzarlos. Los escuchas mientras hablan de formulas de física, de química y de matemáticas mientras piensas si no hubiera sido mejor escojer su camino, entonces te preguntan por tu dia y les explicas con toda la euforia del mundo lo que has hecho en historia, allí te contestas tu otra pregunta; no te has equivocado. Te despides de ellos y esperas 6 minutos. Más bus. Se sienta delante tuyo el calvo que baja en tu misma parada, se te pasa por la cabeza tocarle esa bola de billar. Bajais. Llegas a casa, te cambias rápido, te esperan para comer. Como ha ido el dia, está buena la comida... Descansas un rato, ves la televisión y te pones a hacer deberes. Todos los problemas que te estaban rondando por la cabeza desaparecen. Acabas. Te lamentas. Escribes. Te duchas, pierdes el tiempo, discutes, ries, estas harta, cenas.
Acabas en la cama a las 10 de la noche, deseando dormirte para no estar ni un segundo más con tus pensamientos haciendo de las suyos.

jueves, 11 de septiembre de 2008

La extranjera

También extraño en mi tierra
aunque la quiera de verdad
pero mi corazón me aconseja
los nacionalismos que miedo me dan

Ni patria ni bandera
ni raza ni condición
ni limites ni fronteras
extranjero soy



Poco más que añadir.
Sí, visc Catalunya , pero els nacionalismes no són bons,
tan si són catalans, com espanyols, com finlandesos. Jo em sento de casa meva, on m'han vist créixer, m'han educat... Un país no em pot representar, ni mai podrà ser casa meva.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

El Fin del Mundo

-Hey
-Hey
-¿Que tal?
-Bien pero dicen que hoy nos morimos. ¿Y tu?
-Bien, como siempre. ¿Quien lo dice?
-La tele.
-Ah pues, entonces es verdad.
-Sí, habrá que morirse si ella lo quiere así, ya sabes, siempre tienen razón los que salen por esa caja.
-Totalmente cierto, pero es que es normal. Piensalo, si salen por allí tienen una carrera y esas cosas.
-Debe ser eso, supongo.
-Definitivamente sí. ¿Y han dicho como será? Ya sabes, nos atropellaran, nos atracarán, algo así.
-No no, nada que ver. Será por una acceleración de particulas o algo así, en algun país para simular el Big Bang. Puede crear un abujero y yo que sé. Ya sabes, ¡BOOM! y todos a la mierda.
-Ah bueno, entonces no somos sólo nosotras, quiero decir que no desapareceremos solas. Estos científicos están locos. Y que asco, me moriré con la regla.
-Y yo blanca, que triste.
- ¿Y no haremos nada especial, así como de último dia en el mundo?
-Veremos la tele y leeremos la cuore.
-Vaya mierda.




Lo mejor de todo es que este diálogo está basado en uno real y ahora mismo google está ayudandome a buscar artículos que prueban todo esto del fin del mundo un 10 de septiembre de 2008.

domingo, 7 de septiembre de 2008

El Club de los Imposibles

Barcelona, 15:00. Destino: Feria de Muestras de Zaragoza. Despues de casi tres horas de conducción llegamos a Zaragoza ciudad, ¿donde estará la feria? Nos adentramos a lo que parece un parking de la Expo. No, definitivamente no es por aquí. Nos dicen que continuemos, nos encontramos un centro comercial y al fin. Al fondo se divisa un gran escenario y delante tenemos unos policias señalandonos el camino. Faltan todavia más de dos horas y media pero el parking ya empieza a llenarse. De fondo lo oímos ya con las pruebas de sonido, El extranjero, vaya como nosotros en estas tierras pensé. Y nos pusimos a bailar.
Bajamos hasta la cola y gente no faltaba. Despues de un rato de cola nos abrieron las puertas. Cenamos sentados en la grada observando todo aquello y admirando como una sola persona puede mover tanta gente no de una sola ciudad (su ciudad), sino de casi toda España.
Las 20.50, decidimos ir hacia el escenario. Habia muchisima gente pero pudimos hacernos un hueco. Y despues de media hora de retraso apareció. Y pude entender que las tres horas y pico de camino, el no haber podido cenar decentemente, la media hora de espera... eso, eso no era nada.
El aire se llenó de colonia de hombre, whisky , alguna que otra cerveza y porro, sombreros,... y empezó el festival. Guitarras, un buen bateria, camisas negras con estrellas rojas, un gran escenario, cabellos rizados, canciones viejas y nuevas, pero sobretodo, mucha, mucha música.
Nos hizo bailar, nos hizo reir, nos hizo llorar, nos hizo cantar, pero sobretodo, nos hizo DISFRUTAR.
Solo me queda añadir que tengas suertecita y nos vemos el 11 de octubre.

jueves, 4 de septiembre de 2008

Te quiero

Me dijiste "te quiero". Tú, la persona nodigotequieroporqueesoyalosientimos, la persona que criticaba a las típicas parejas que cuentan los dias que llevan juntos, que van proclamando su amor a los cuatro vientos. Tú me habias mirado a los ojos y me habias dicho que me querias. Así, sin más, te habias bajado del skate y me habias dicho que me querias. Y allí me quedé yo, quieta, helada, sin saber que hacer ni decir.
Realmente me habias pillado desprevenida.
Ya hacia dos meses de aquella noche que apareciste debajo de mi casa y nuestros caminos se habian vuelto a entrelazar, la diferencia es que me habias prometido que esta vez seria para siempre, pasara lo que pasara.
Desde hacia dos meses era la persona más feliz de la tierra. Solo tú me proporcionabas esa sensación de tranquilidad, de seguridad. Aunque por mi lado pasara un huracán, estaria tranquila si tu estabas a mi lado. Dicen que eso es estar enamorado pero ya sabes, nosotros no creíamos en el enamoramiento, solo es un estado en el cual la capacidad cerebral queda anulada. Y nosotros estabamos por encima de todo eso y más.
Pero me habias dicho te quiero, y ese te quiero equivalia a mucho más de lo que habia equivalido nunca. Porque era un te quiero vertadero, virgen, nítido.
Era nuestro te quiero.