sábado, 29 de noviembre de 2008

Un día en el mundo

Después de una tarde tranquila, nos plantamos a las 19:00 horas en el coche de siempre y con autocrítica a tope. Diez minutos de camino que se convierten en media hora de atasco y llegamos a nuestra pequeña y querida Sala Apolo. Un poco de confusión con la cola ya que estaba en la parte del casino pero no problem. Un ratito de frío, buenas (y nuevas) compañias, viejas (o no tan viejas) anécdotas y recuerdos; que si les conocí hace un año y pico, que si que grandes en el Sonorama, que si que emoción en el BAM... nos abren las puertas. Lucecitas rojas, lámparas, gente, mucha gente.
Empieza la noche con La Habitación Roja. La verdad es que nunca les había oído a estos chicos con accento andaluz, muy graciosos y que nos hicieron bailar un rato, por que negarlo, aunque el sonido pésimo.
Cambio, más gente, mucho humo, salen.
Y dios como salieron. Nos hicieron cantar, bailar, saltar, emocionar, enamorar, como nunca. Hasta casi nos hacen llorar cuando Pucho se puso a hablar en catalán, que nadie lo niegue, a el Apolo en ese momento le saltaban lágrimas de emoción.
Un principio de valiente genial, una canción nueva (supongo) que nos dejó con la boca abierta y un Sharabbey Road que no tenía final y que sí, fue hasta mejor que en el Sonorama.

Sólo me queda añadir que nos vemos el 10 de enero y por favor, deme la voz, si puede ser antes de ese día, aunque se que me la volverá a cojer.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Pan de amor

Si es que hay que joderse.
Hoy ha sido un día normal, no tan normal como para no aparecer en el calendario ni tan especial como para estar marcado en rojo ni nada por el estilo.
Simplemente un dia de excursión con una tramuntana que déunido, un paseo en barca por unas cisternas gigantes al lado de un chico muy majo que aunque decía haberse sacado el bachillerato haciendo chuletas sabía bastante de lo que tenia que saber, un paseo en jeep por la fortaleza más grande de Europa y muchos "i can do more" (eso sí, al estilo marca de la casa).
Pero la sorpresa mía ha sido al recibir la llamada de mi amada madre y decirme que vaya a buscar el pan. Yo, la persona que no va a buscar nunca el pan tenia que ir a buscarlo. Vale, no es tan trágico como lo acabo de describir, es más, me da igual ir a buscar o no el pan, no me venía de dos minutos.
Cojo el L61 con dos euros prestados en mano, Sant Feliu, Molins, Sant Vicenç y una parada antes. Cruzo, entro, oh no, la abuela pesada de la petarda y uno de los hermanos numerosos de la família rubia. Me espero y voy observando los panes ya que no sabía el nombre del que quería pero sí su forma. Y mi indignación sube a su máximo cuando leo como se llama el pan. Hola que tal que quieres, un pan de amor. Si, he pedido un pan de amor. Le doy 70 céntimos (encima es barato), me da el pan envuelto en ese papel que siempre creo que debe ser muy poco higiénico y me voy por dónde he salido.
Cruzo, ando y entro en casa. Le doy el pan a mi madre (muy feliz que lo haya comprado), me siento en el sofá y decido ir al ordenador para escribir lo indignada que estoy por haber comprado, que digo, porque exista un pan que se llame pan de amor.

Y encima vale 70 céntimos.

martes, 25 de noviembre de 2008

Cosas.

Cosas bonitas, cosas feas. Cosas grandes, cosas pequeñas.
Pero también cosas medianas, bonitas para algunos y feas para otros.
Cosas como un pañuelo verde, o mejor, como un trozo de chocolate.
También cositas de esas que te hacen llorar, o bien reir a carcajada limpia.
Cosas que te emocionan, que nunca puedes olvidar, o simplemente porque las sientes, aunque sea una canción o una simple imagen.
Después estan las cosas que te olvidas porque no tienen importancia pero no sabes porque te reaparecen en la mente al cabo de un tiempo y te das cuentas que tampoco eran cualquier tonteria, o sí.
Cosas como días de color rosa, verdes o azules en su defecto, acompañados de momentos grises, blancos casi negros y no nos olvidemos del color carne, por dios.
Cosas cuadradas o redondas, aunque hay quien las prefiere de triangulitos, que encajan en todos los rincones, muy práctico para vidas apretujadas.
Y como no, las cosas que creen que no son cosas. Esas cosas que huyen de su trabajo o se creen muy rebeldes por decir que no lo son. Pero al final siguen siendo cosas.

Cada cosa tiene su dueño, o su momento.
-Señor mire usted, que le quiero cambiar la cosa redonda por una cosa verde.
-Muy bien como quiera a mi ya me va bien.
Y las cosas dejan de ser de un dueño, pero siempre estarán ahí, porque eso sí, las cosas son (quizás con el como, quizás no) como la energia: ni se crea ni se destruye, sólo se transforma.

martes, 18 de noviembre de 2008

18/11/07-18/11/08

Es gracioso ver como han cambiado tanto las cosas en un año: Hace un año me quedaba hasta tarde para ver la tele, hace un año estaba desmotivada académicamente hablando, hace un año me peinaba por las mañanas, hace un año iba en transporte privado al colegio, hace un año no estudiaba, hace un año no estaba sola, hace un año tenia el flequillo recto, hace un año iba en uniforme, hace un año pasaba más horas en el ordenador que durmiendo, hace un año pasaba frío los sabados por la tarde... hace 1 año te tenía.
Parece mentira que hace 12 meses me dijeras "t' estimo" y yo solatara uno de mis primeros "jo també t' estimo" y todo se volviera de color rosa, con días rosa flojo, rosa pástel o rosa fucsia, pero al fin y al cabo rosas.
Es curioso darse cuenta que aunque hayan pasado 52 semanas y no haya olvidado ni un minuto a tu lado.
Encuentro extraño que hace 365 dias estubieras a mi lado, y hoy sólo sepa que estás vivo por terceras personas.
Y pensar que hace 8760 horas dijiste que nunca nos separariamos.

Hace 1 año te prometí que siempre estariamos juntos, y aquí me tienes, aunque tú ni te acuerdes de mí desde hace tiempo, y menos hoy.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Estadounicentrismo

Es curioso como en una clase de 27 alumnos de 1º de Bachillerato del cual el 98% no le interesa la política, es más, les da completamente igual, sólo se oiga hablar de las elecciones en Estados Unidos. Podriamos pensar que se han dado un golpe en la cabeza o bien que por arte de mágia ahora sí que les interesa la política, pero no, es el efecto Estados Unidos. Ese efecto que hace que personas de 16 años se preocupen más por lo que pasa en la otra parte del mundo que no lo que pasa en su país. Ese efecto que hace que no sepan quien es José Luís Rodríguez Zapatero o que sencillamente no sepan quien gobierna España. Ese efecto que hace que el nuevo presidente de EEUU parezca un famoso cantante al cual todas las chicas le van detrás. Ese efecto que hace de Estados Unidos el centro del mundo.
Sí, hablo de "estadounicentrismo" o algo por el estilo. Me parece muy triste que gente que nunca se ha preocupado de estas cosas y que realmente no le importan hablen de ella porque cada dia los medios nos ametrallan con información sobre este país. No soy nacionalista pero me parece muy triste que se esté más pendiente del exterior (que nos afecta, y más si hablamos de una potencia mundial como EEUU, eso nadie lo niega) que no de lo que pasa en casa. Está claro que no soy nadie para juzgar a nadie ( a) porque cada uno es libre de pensar lo que quiera b) porque tengo 15 años) pero reflexionemos un momento, ¿realmente es normal una sociedad tan estadounicentrista? ¿Una sociedad encegada por otro país? Porque yo creo que no.