Sorry, you are not the Winner

Algo me recorria el cuerpo desde hace dias. Notaba como poco a poco se filtraba por cada rincón de mi cuerpo, por cada parte de mi mente. Poco a poco algo así como una oleada de pesimismo romántico, me invadió, y no sólo a mi, sino a todo mi alrededor.
Hoy, he reconocido por fin ese dolor. Y es que hacia meses que ideas tan disparatadas no se me pasaban por la cabeza. La verdad es que no se que ha sido peor; sentir todo eso que hacia dias que sentia o darme cuenta de lo que me pasa.
Y es que mi mente (y cuerpo, porque no decirlo) no están acostumbrados a derramar tantas lágrimas por dia, no por el simple hecho de acordarme de aquellos momentos, de aquellas caricias o besos, sino tambien por la serie que dan a las diez, y en consecuencia la de las once, y si, la de las doce también. Eso se puede resumir también en un estar todo el dia en el sofá, sólo levantándome para mear y cojer otro helado, que por mucho que coma solo conseguiré cojer unos kilos de más y no ahogar mis penas, por supuesto.
A eso le podemos añadir que realmente me doy auténtica pena, que hace dos dias que no salgo ( y la última vez que lo hice no acabó muy bien) y que hace un calor del copón, podemos encontrar como resultado unos cuantos puntos más que arrastran mi autoestima a unos niveles bajo zero récords.
Pero eh, ¿para que quejarse a alguien? La gente tiene problemas mucho más importantes, como siempre. ¿Para que escucharte ni que sean dos minutos, para que almenos hayan cumplido una cuarta parte del tiempo que les dedicas casi cada dia?


Lo más gracioso es que preguntan porque tengo este blog.