Carta des de una escuela (Martes, 26/2/2008)

13.25h.
Necesito escribir algo, pero no se por donde empezar. Mi mente es una gran habitación llena de personas sin rumbo alguno, dando vueltas sin destino, levantando polvo, nublandolo todo. Se pueden decir muchas cosas acerca de una mente, la mia solo se describre con una palabra: CAOS. Un caos tan real y puro que ni entiendo el porqué de este estado.
Observo mi alrededor. A la izquierda, una ventana empieza a la altura de mis labios aproximadamente. A la otra banda del vidrio una terraza y otro edificio. Entra un sol vago, pero a la vez radiante de esos tipicos de abril, cuando el invierno y el frío dicen adiós y dan paso a los calurosos dias de verano. Pero estamos en febrero. En estos momentos, la ventana es anhelo de libertad, de descanso.
A mi derecha, la clase. Estoy en un estado tan extasiado que solo consigo oír murmullos de algo parecido al francés. Los minutos han pasdo, ya no corregimos el primer ejercicio.
Mi estancia en esta clase es de total invisibilidad. Podria salir de clase y nadie se daria cuenta ni me echaria en falta. A veces creo que es mejor así, pero ahora me doy cuenta de que es possible que no.
¿Mi existencia se basa en llevar una vida monotona que trata de buscar cualquier excusa que rompa esta monotonia? Quizás.
Intento mirar la vida positivamente, dado gracias por todas esas pequeñas cosas que puedan provocarme un minimo de felicidad. Solo vivimos una vez, y paso de llevar una mala vida. Soy una persona dificil de describir. A menudo me llevo la contraria; tan objetiva y fría pero a la vez dispuesta de darlo todo por una simple corazonada...tan complicada de pensamiento per a la vez tan sencilla...
Las 13.45h. Quedan cinco minutos para levantarme, andar hacia otra classe y salir.
Parece que tendré que ponerme a copiar "Le Passif".