miércoles, 21 de mayo de 2008

Sugus y un trozo de cielo

Una vez, hace tiempo, me hablaron de un lugar donde el cielo no era cielo, donde las personas eran más que almas libres, donde no existia la palabra sueño, pues áquel sitio ya lo era.
Un sitio donde la gente no sabia el significado del término tristeza, donde no importaba de donde fueras ni quien fueras, y menos los años que tubieras.
Pregunté en que país estaba eso y si valia mucho dinero ir hasta allí, ya que faltaban dos semanas para que mi madre cumpliera los odiados treinta años y tenia en mano tres mil pessetas, que seguramente me podian dar para almenos un billete.
Me dijeron que a ese sitio no se llegaba en tren y ni en avión, a lo que yo contesté extrañada que entonces, como pretendia llegar, ¿andando?
Me explicaron que para llegar a ese sitio no se necesita dinero ni un billete, ni pies, ni un coche, es más, a ese sitio no se llegaba queriendo. Mi cara fue de circumstancias, pues no entendia lo que áquel hombrecillo decia. Me ofreció un sugus y me explicó que hay veces en que la gente no es feliz y cree que todo está perdido, en que no encuentra su camino o bien ha perdido las ganas de encontrarlo. Ese tipo de gente se cierra en si misma y cree que no hay nadie que le ayudará, que está solo en el mundo.
De repente, se encuentran en ese sitio, sin quererlo ni desearlo, sin saber siquiera que existía. Ese sitio donde entiende que quizás, la vida puede ser algo más que desgracias, donde siempre, aunque ellos no lo vean, habrá un hueco para ellos y una dosis de felicidad esperandolos cuando lleguen a casa.
¿Quien dice que los sugus y el cielo son cosas inútiles?

1 comentario:

Anónimo dijo...

neusiii t'he trobat
així per casualitat tu :O

comvaaa el dia bueno com
ha anat perquè casi s'acaba ja

sóc la miri xD