sábado, 19 de enero de 2008

Universos infinitos

Me suelen definir como una persona fría y la verdad es que en algunos momentos de mi vida (puede ser que sea un 61% de ella), lo tengo que reconocer que, en el lenguaje universal, soy fría, aunque yo esa frialdad la veo más como una manera de ver la vida más objetivamente, ya que en muchos momentos es más fácil tomar las decisiones dejando a banda los sentimientos, aunque supongo que acaba pasando factura dejarlos tanto de banda. Pues bien, hoy a la señorita fría le ha venido una tremenda melancolía de no se sabe que y unas tremendas ganas de decirle al mundo que tiene sentimientos, que hay gente a la cual quiere muchíssimo y aprecia todavía más, que tambien llora, que le duele cuando le dicen que es fría, que no tiene sentimientos... porque sí le afecta, y le duele, y le hace pensar.

Pero ella es así, y parece que es impossible cambiarla, las personas no vienen con ticket para devolverlas.


Otro caso de cosas extrañas para gente todavía más rara.

1 comentario:

FrAn dijo...

Por experiencia sé que las personas frías por fuera soleis tener un corazón de una calidez insondable.

Saludos. Me encanta tu sitio.