miércoles, 19 de enero de 2011

Cómo perderlo todo en una conversación

Sencillos pasos y consejos para perder todo aquello que tienes en una conversación, dividido en diferentes categorías. ¡Una oportunidad única que los no-lectores de este blog no podéis dejar pasar!

Empezaremos con la típica conversación que se convierte en disputa, la más usual en este campo de la pérdida. Para ello, necesitamos:
-Un sujeto A y un sujeto B dispuestos a mantener una conversación.
-Ganas de pelea por parte de uno de los dos sujetos o de los dos.
-Una o dos frases dolorosas.
-Una o dos frases fulminantes.
La realización es totalmente básica y nos servirá como base para otras pérdidas:
1. Establecer la conversación entre sujeto A y sujeto B.
2. Introducir la primera frase dolorosa después de un previo calentamiento de la conversación.
3. Como resultado del segundo paso, obtendremos una mezcla perfecta de furia y enfado, a la cual sólo nos quedará añadirle una frase fulminante y, si el otro sujeto lo requiere, otra, para acabar con la pérdida de todo aquello que el sujeto A y B eran, tenían y/o compartían.

La segunda receta que os traigo hoy es quizá la más dolorosa por parte del que llamaremos sujeto X. Para ello necesitamos:
-Un sujeto X (con algún tipo de desestabilidad emocional temporal).
-Un sujeto Y con ciertas ganas de pelea.
-Un par de frases dolorosas.
Por supuesto, necesitaremos, como siempre, ganas de establecer conversación entre los dos sujetos. Un factor que tenemos que tener en cuenta es el hecho que, normalmente, el sujeto Y no tiene constancia de la desestabilidad del sujeto X:
1. Establecer conversación, aunque sea un poco forzada a causa de la desestabilidad del sujeto X, entre éste y el Y.
2. Calentamiento por parte del sujeto Y hacia el X, seguido del par de frases dolorosas.
3. Derrumbamiento automático del sujeto X.

Finalmente, os traigo la última receta sobre pérdidas en una conversación. Una receta fácil, pero que requiere su tiempo. Para ello, necesitaremos:
-Dos sujetos (N y M) con una larga trayectoria personal conjunta (la larga trayectoria se puede substituir por una intensa trayectoria aunque sea corta).
-El paso del tiempo.
-Una última conversación.
Advertir que, como he dicho, esta receta requiere su tiempo, ya que no se trata de una pérdida inmediata, sino de una pérdida que acaba zanjándose en una conversación:
1. Ir separando lentamente la trayectoria conjunta de N y M.
2. Aplicar el paso del tiempo (recordar que esto implica añadir los cambios que sufren los dos sujetos al largo de éste) y dejar reposar la amistad unos meses.
3. Reunir a los sujetos en cuestión y contemplar cómo ya no forman una mezcla homogénea: al contrario de eso, se convierten en una mezcla totalmente heterogénea.

Y hasta aquí el capítulo de hoy. Espero que os sirva en vuestras futuras pérdidas, que seguro que no serán pocas.

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